Sexualidad



La adolescencia es el período en la vida en el cual se produce una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales que transforman al niño en un individuo adulto.
Aunque algunos organismos internacionales utilizan rangos etáreos y definen la adolescencia como todos aquellos cambios que suceden entre los 10 y los 19 años, hay consenso en la literatura científica en efectuar conceptuaciones mucho más individuales.
Sin duda, el comienzo de la adolescencia es fácil de determinar porque los cambios físicos son sumamente notorios, por lo que no pasan inadvertidos. Sin embargo, la finalización de la adolescencia en muchas ocasiones es enigmática.


El niño experimenta una serie de cambios que podrían dividirse en tres grandes categorías:
• Físicos o biológicos
• Sociales
• Psicológicos


Se denomina pubertad a todos los cambios físicos que le ocurren al niño y que, de manera gradual, lo irán transformando en un individuo con un cuerpo adulto. La aparición de la pubertad varía considerablemente entre un niño y otro, pero, en general, se inicia entre los 8 y los 13 años en la mujer, y entre los 9 y los 14 años en el varón.
Si una mujer no ha iniciado su desarrollo a los 13 años, o ya desarrolló pero no ha menstruado a los 15 años, amerita una valoración médica; de igual manera los varones que, a los quince años, aún no han comenzado los cambios de la pubertad.
Como mencionamos anteriormente, los cambios físicos en la niña se inician, en promedio, entre los 8 y los 13 años de edad y duran 3 ó 4 años en completarse. Por ello, a los 15 años buena parte de las mujeres contará con el cuerpo maduro y sexualmente apto para la reproducción.
Uno de los primeros cambios físicos que aparece es el aumento de la estatura, posterior al cual se presentan la telarca, la pubarca y la menarca.
La telarca es el desarrollo del pecho de la niña, el que experimenta un pequeño aumento inicial y, gradualmente, va configurando el pecho característico de la mujer adulta (ver tabla 20-1).
Meses después de iniciado el desarrollo mamario, empieza la pubarca, que es la aparición del vello púbico. En un principio, el pelo es delgado, fino, poco pigmentado, y paulatinamente da paso al vello grueso, negro y ensortijado característico del adulto (ver tabla 20-2).
Mientras se producen estos cambios, el vello axilar hace su aparición, así como el delineamiento propio del cuerpo femenino e, internamente, tanto los ovarios como las trompas y la matriz van sufriendo modificaciones que les permiten estar a la altura que la reproducción exige.

Una vez que los órganos internos y externos han alcanzado cierto desarrollo, se produce la menarca, que es la primera menstruación, la cual es precedida, durante algunos meses, por un flujo vaginal espeso.
Las menstruaciones durante el primer año tienden a ser muy irregulares, con variaciones significativas en la cantidad de sangre, y esto es simplemente una manifestación de la inmadurez hormonal de la niña. Una vez pasado ese primer año, la menstruación adquiere las características normales, es decir, se presenta cada 28 días, con una duración de 3 a 5 días, con sangre líquida sin coágulos, y no produce dolor, salvo una ligera molestia, y no se acompaña de un olor desagradable.

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